Kim Kardashian y sus famosas hermanas tienen un sinfín de logros, entre ellos varios negocios de moda y belleza, bebés cuyos nombres desconocemos y (en el caso de Kim) la capacidad de ganar a Hillary Clinton en un concurso de conocimientos jurídicos. ¿Un talento que no parecen poseer? Caminar en línea recta.
Durante la Semana de la Moda de Milán, Kim Kardashian prestó sus habilidades de dirección creativa al desfile de Dolce & Gabbana. Lo más destacado fueron las prendas vintage del archivo personal de la empresaria y un vídeo en blanco y negro de ella comiendo espaguetis que sonaba de fondo mientras las modelos subían y bajaban por la pasarela. Sin embargo, Kim no desfiló, solo cerró el desfile, toda una sorpresa teniendo en cuenta su reciente debut como modelo de Alta Costura para Balenciaga a principios de este verano. Sin embargo, puede que haya sido lo mejor. Después de que se hiciera viral un vídeo de Kim Kardashian con un vestido ajustado luchando por caminar en línea recta, yo tampoco la habría elegido. Lo siento, Kimmy.
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En el vídeo de TikTok tomado por su amiga de toda la vida, Stephanie Shepherd, se ve a Kardashian saltando literalmente por las escaleras con un diseño brillante y hasta el suelo de la casa de moda italiana. En otro clip, dos amigas ayudan a Kim Kardashian con su vestido ajustado a subir los escalones uno a uno y a meterse en un coche.
El momento sigue los pasos de otra Kardashian-Jenner intentando parecer cercana con un vestido que cuesta como tres veces mi alquiler. Durante el verano, Kendall Jenner también tuvo un percance al intentar caminar con un vestido de Dolce & Gabbana en la boda de Kourtney.
Durante las festividades no patrocinadas de cosplay católico, un vídeo de la supermodelo mejor pagada del mundo luchando por subir las escaleras se hizo viral. "ES EL VESTIDO es demasiado apretado en las rodillas por lo que no puede doblarlas normal y tiene que caminar así", escribió un usuario de TikTok en defensa de Jenner. "¿Nadie ha llevado nunca un vestido en el que te haga caminar de forma extraña?" Personalmente, no llevo ropa que me corte la circulación, así que no, pero me parece una lucha razonable y válida dadas las circunstancias.
La evolución natural de Kim Kardashian hasta convertirse en la última musa de Dolce & Gabbana, tras su paso por Yeezy (la marca de su ex marido), es fascinante de ver en tiempo real. Atrás quedaron los días en los que llevaba pantalones de bota (cariñosamente apodados poots o 'pantabotas'). Ha cambiado las gafas de sol alienígenas con ojos de insecto de Balenciaga por los recogidos y los labios de Pamela Anderson o los bodys adornados con cristales. Si Stefano Gabbana y Domenico Dolce no fuesen racistas, homófobos y misóginos, quizás me apuntaría.
Este artículo se publicó originalmente en Glamour.com
Traducción y adaptación: Blanca de Almandoz